LA COSTILLA DE ADAN.

Cuando escribo que la vida es un juego virtual o un sueño lucido, la palabra sueño y la palabra juego pueden llevar a interpretar que estoy hablando de algo banal, superficial, que le estoy restando importancia a lo que la vida es y ni mucho menos esa es la intención, pero para poder explicarme y hacerme entender tengo que asociar lo que quiero decir con cosas que se conozcan. Si asocias lo que es la vida con lo que conoces como un juego virtual avanzado tridimensional o un sueño lucido, te acercas mucho más al entendimiento de lo que la vida es que si lo asocias con aquello de lo que te hablan las religiones, la mayoría de ramas espirituales y la mayoría de áreas científicas.

Lo único que más se le acerca es la física cuántica, siempre y cuando se le den las interpretaciones adecuadas. Al fin y al cabo, todo surge del nivel cuántico, el nivel cero del "juego", todo sale de ahí y se mantiene ahí. Lo cuántico por mucho que lo experimentes "físico" no desaparece, aunque no lo puedes percibir.

Tu sigues siendo cuántica y todo es cuántico, funcionas por patrones y niveles de frecuencias e impulsos eléctricos y estás en el cuarto nivel del juego de la vida, tienes que subir al quinto nivel (tan físico como el cuarto) superar el nivel sobrevivir y pasar al nivel vivir.

La luz se conoce a sí misma a través de ti, el avatar que se llama Montse.

Todo está ahí para que tú, el avatar que eres, la representación de mi (la usuaria) puedas ser y experimentar. La vida es esto, la luz, el mundo cuántico experimentando con las frecuencias, y que esto se pueda asemejar (imagen y semejanza) al concepto de juego virtual no le resta importancia a lo que la vida es. Esto no significa que como la vida es virtual si alguien me molesta o me cae mal me lo pueda cargar, eso lo puedes hacer en tu ordenador o en tus consolas de juegos 3D, pero en el juego de la vida las consecuencias de lo que haces sumadas al caos que no puedes controlar lo vas a experimentar, a vivir, aquí el sentir es real. Este juego no es un ordenador o una consola que se apaga y se puede guardar en un cajón. De este juego no vas a salir, solo puedes intentar subir de nivel.

El quinto nivel es el nivel del amor, del orden, ahí tu dominas el juego y la experiencia se convierte en otra cosa, pero salir del rebaño no es en absoluto nada fácil. Para poder salir del rebaño primero te has de meter en él, no puedes subir al quinto nivel sin pasar por el cuarto. El dolor sostiene al amor, sin el dolor el amor no puede ser, pero una vez te has metido en el rebaño solo una maestra puede subir en la primera partida. Si no eres una maestra te tocara jugar muchas partidas para lograr subir (game over).

La luz se soñó a sí misma (su avatar, su soñada) para poder experimentar lo que la luz es, la tierra y el resto de seres forman parte de su sueño, el sueño de la luz, tu sueño.

El amor no puede ser si no existe su opuesto, el dolor. Tu no podrías ser sin la existencia de otros seres que no son tu.

Esto simboliza realmente la leyenda de Adán y Eva, la costilla sacada del avatar Adán (el "hijo de dios") simboliza a los seres que aparecen en tu sueño lucido o juego virtual de vida que salen de ti, pero no son tú, y la serpiente indica el nivel del dolor, el nivel del juego en el que estas (tienes que pasar por el infierno para subir al cielo) tienes que pasar por el cuarto nivel para subir al quinto, meterte en el rebaño para salir de él, el dolor sostiene al amor.

Esta leyenda esta manipulada y muy mal enfocada e interpretada, pero aquí el juego funciona así, esto es el laberinto más caótico que puedas imaginar por eso poder salir de él, cuesta muchísimas partidas (no confundir con reencarnaciones, nunca vuelves al nivel cero solo eres bebe una vez).

Eres individual, solo existe el sueño (o el juego) y tú, el resto está en tu sueño de vida, es el escenario del juego, para que tu puedas experimentar. Solo hay una protagonista, y eres tú.