SE SUBE AL CIELO PASANDO POR EL INFIERNO.
Es ingenioso que en el juego de la vida te hagan creer que existe un infierno y que no te des cuenta de que ya habitas en él. No te das cuenta, pero ya estás en ese infierno, sobrevives ahí sin ser consciente, te aferras a este infierno con uñas y dientes y además das las gracias.